Aprender a hablar es algo que los peques van adquiriendo de manera natural, pero no siempre son capaces de expresar correctamente sus ideas y/o sentimientos.

Por ello, durante su desarrollo es muy importante aportarles todas las herramientas necesarias para que vayan mejorando esas habilidades.

Y es que, adquirir más vocabulario, aprender a estructurar de manera correcta las palabras, construir oraciones completas…, se pueden ir trabajando de manera natural en el día a día con los peques y normalmente van mejorando de manera progresiva sin mayor complejidad.

Sin embargo, hay niños que no desarrollan las competencias del lenguaje de forma natural, debido a problemas lingüísticos como Trastornos Específicos o del Desarrollo del Lenguaje (TEL/TDL) o algún tipo de limitación auditiva.

En esos casos, se hace necesario trabajar estas habilidades de una manera más específica, bien en casa, bien en el propio colegio o en ocasiones recurriendo a especialistas de audición y lenguaje.

Es precisamente , por lo que ya en su momento la editorial CEA, de la mano de la autora Gloria López Garzón, creo el material: Enséñame a hablar, con un reconocido éxito no solo en España, sino también en México y Colombia, para trabajar los problemas lingüsiticos de los más pequeños.

Justamente, debido a ese éxito y a la gran acogida que tuvo, la autora ha creado Enséñame a hablar 2, un material didáctico que incluye multitud de recursos con los trabajar las habilidades del lenguaje en niños y que se complementa perfectamente con la primera edición.

Enséñame a hablar 2 se presenta en una práctica caja para trabajar la estructuración del lenguaje en torno a cuatro temas generales: Las estaciones, el colegio y la familia.

Además incluye un tema específico sobre Covid-19.

De este modo, no solo trabajamos con los niños el modo de comunicarse correctamente y corregimos problemas lingüisticos, sino que podemos trabajar la expresión de emociones, sentimientos, inquietudes, además de fomentar una adecuada comunicación entre padres e hijos.

Y es que, este material didáctico fomenta que los peques aprendan a construir frases, a mejorar su vocabulario, consigue perfeccionar la forma de expresar lo que ven o lo que sienten, logra óptimos resultados en cuanto a comprensión lectora y además desarrolla la capacidad memorística así como la atención.

La forma de trabajar con este material además de ser muy sencilla, es muy divertida para los peques.

Mediante diversos personajes en forma de recortables y gracias a los posters, se les van planteando a los peques situaciones cotidianas y se les hacen preguntas concretas para que vayan explicando la situación cómo qué es lo que ven en la imágen, que personajes salen, que creen que está pasando…?

Aunque las posibilidades son infinitas, y no necesariamente hay que mantener una estructura rígida de trabajo para corregir esos problemas lingüisticos.

También, gracias a las tarjetas de vocabulario, que están separadas en función de los tipos de palabras (sustantivos, artículos, verbos, adjetivos…) y compuestas tanto con pictogramas como por palabras, se pueden trabajar con el niño o la niña otra serie de aspectos más relacionados con la lectoescritura y con la composición gramatical.

No obstante, la forma de trabajar con los peques, dependerá por un lado del nivel de madurez o edad del niño o la niña y por otro, de la familiaridad que van adquiriendo con el material didáctico.

El material cuenta con una guía para orientar a los profesores y/o pedagógos sobre cómo trabajar con el material pero por supuesto dependerá de cada profesional el modo en el que introducir  diferentes técnicas y estrategias que permitan corregir los problemas lingüisticos de los peques.

En definitiva, aunque originalmente estaba pensando como un material para desarrollar y potenciar el lenguaje y la expresión en niños con algún tipo de trastorno lingüístico, es totalmente recomendable para cualquier niño, si queremos desde casa potenciar sus habilidades y su desarrollo no solo oral, sino cognitivo y emocional.